LECTURA BÍBLICA: (Salmo 8)
VERSÍCULO DE LA SEMANA ANTERIOR “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:14)
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí salvación vendrá, dijo Jehová” (Isaías 54:17).
PREGUNTAS INTRODUCTORIAS
¿Cuál era nuestro estado antes que el Señor nos diera vida? (Efesios 2:1)
R/ ESTABAMOS MUERTOS EN DELITOS Y PECADOS
Según (Efesios 2:2), ¿Qué seguíamos nosotros antes de ser salvos?
R/ LAS CORRIENTES DE ESTE MUNDO, CONFORME AL PRÍNCIPE DE LA POTESTAD DEL AIRE
¿Qué éramos nosotros antes de recibir la vida de Dios? (Efesios 2:3)
R/ ÉRAMOS POR NATURALEZA HIJOS DE IRA
Según (Efesios 2:4), ¿En qué Dios es rico?
R/ EN MISERICORDIA
Según (Efesios 2:5), ¿Por qué somos salvos?
R/ POR LA GRACIA DE DIOS
Según (Efesios 2:6) ¿Con quién y dónde estamos sentados actualmente?
R/ ESTAMOS SENTADOS JUNTAMENTE CN CRISTO EN LOS LUGARES CELESTIALES
TOME POSESION Y DISFRUTE DE LAS BENDICIONES DE LAS REDENCIÓN
(Marcos 9:23) “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible”.
(Juan 11:40) “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?”
Introducción: Muchos cristianos han puesto su libertad en el tiempo futuro y no en el tiempo pasado; por esa razón, nunca ha venido a ser una realidad en sus vidas. La esperanza espera que suceda algún día; la fe se apropia ahora de las realidades de la redención.
I. BENDICIONES REDENTORAS
A través de la muerte nuestro Señor Jesucristo en la cruz, fuimos redimidos de las maldiciones de la ley (Gálatas 3:13-14) “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”.
- El perdón de pecados. Por la fe en la Sangre de Cristo, fuimos perdonados y nuestros pecados fueron borrados. (1 Juan 1:7-9) “Pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la Sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. (Efesios 1:7) “En quien tenemos redención por su Sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”. (Hebreos 9:14) “¿Cuánto más la Sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mimo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”.
- Dios nos impartió Su naturaleza; nacimos de nuevo. Por el nuevo nacimiento, todo lo que fuimos antes dejó de ser, y una Nueva Creación tomó lugar de lo viejo (2 Corintios 5:17) “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
- Justificados por la fe; Dios nos impartió Su justicia. La justicia de Dios en nosotros nos hizo libres de la culpa, la condenación y del temor. (Romanos 3:24) “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”. (Romanos 5:1) “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
- Tenemos una nueva posición en la presencia de Dios como la posición que tuvo el Señor Jesucristo cuando estuvo aquí en la tierra. Somos verdaderamente hijos de Dios y herederos de Dios. (Gálatas 4:7) “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo”.
- Estamos conectados con Dios. (Juan 15:5) “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. (Gálatas 2:20) “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Estamos en Cristo; y Cristo está en nosotros. Ahora podemos pararnos libres del miedo frente al infierno, en la presencia del diablo, como lo haríamos en la presencia de un pequeño ser inferior.
- Sanos por la herida de Cristo. (Isaías 53:4-5) “Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestro dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. (1 Pedro 2:24) “Quien llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”.
- Más que vencedores. (Romanos 8:37) “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”.
- Mayor es el que está en nosotros (1 Juan 4:4) “Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.
- Libres de la pobreza. No se angustie por la situación financiera del mundo. Dios dijo que todas sus necesidades son suplidas conforme a Sus riquezas en gloria. (2 Corintios 8:9) “Porque ya conocéis la gracias de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros fueseis enriquecidos”. (Filipenses 4:19 Nueva Traducción Viviente) “Y este mismo Dios que me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús”. Dios ya lo dijo, esta en tiempo pasado.
II. TODO ES SUYO, ¡EL SEÑOR JESUCRISTO LO HIZO POSIBLE!
La fe lo hace suyo ahora. Al buscar en la Biblia las misericordias y los beneficios de Dios, debemos apropiarnos de ellos por la fe. Tomemos posesión de todas las bendiciones de Dios. (1 Corintios 3:22-23) “Sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo porvenir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios”.
- Todo lo que esta escrito en tiempo pasado en la Palabra de Dios, ya se cumplió, es una realidad.
- Cristo nos redimió de la maldición de la ley (Gálatas 3:13) “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: maldito todo el que es colgado en un madero)”. La Palabra de Dios pone nuestra redención de la maldición de la ley en tiempo pasado. Recibimos nuestra liberación porque está en tiempo pasado. Ya se llevó a cabo.
- La Palabra de Dios seguirá en el tiempo pasado de ahora en adelante. La responsabilidad ahora es nuestra de sacarla del tiempo pasado y traerla al presente haciéndola una realidad en nuestras vidas.
Conclusión. Dios ya terminó la obra de la redención para nosotros a través de la muerte del Señor Jesucristo en la Cruz. Las bendiciones de Dios para nosotros ya son una realidad hoy. Por la fe, disfrutémoslas.